El momento clave para la regulación de la inteligencia artificial en el Reino Unido ha generado controversia tras las declaraciones más recientes del exviceprimer ministro y exejecutivo de Meta, Nick Clegg. Según él, requerir que las empresas de IA soliciten permiso antes de usar obras artísticas para entrenar sus modelos "estrangularía fundamentalmente" a la industria de la IA en el Reino Unido.
El argumento de Clegg sobre la "imposibilidad"
Durante la promoción de su nuevo libro, Clegg reconoció que la comunidad creativa debería tener derecho a elegir si sus obras se utilizan para entrenar modelos de IA, pero insistió en que pedir permiso por adelantado no es viable en la práctica. En una entrevista con The Times expresó: "Estos sistemas están entrenados con grandes cantidades de datos, simplemente no sé cómo preguntarle a todo el mundo".
Clegg advirtió además que si el Reino Unido implementara esta exigencia por sí solo mientras otros países no lo hacen, "destruiría la industria de la inteligencia artificial de este país de la noche a la mañana". Esta declaración respondió directamente a las voces de la comunidad creativa que demandan una protección de los derechos de autor más estricta.
Debate parlamentario y apoyo de celebridades
El Parlamento británico ha debatido intensamente un enmienda al proyecto de ley sobre "Uso y Acceso a Datos". Esta enmienda, presentada por la productora y directora Beeban Kidron, requiere que las compañías tecnológicas revelen qué obras protegidas por derechos de autor se usan para entrenar los modelos de IA.
Esta propuesta recibió el respaldo contundente de la comunidad creativa. Paul McCartney, Dua Lipa, Elton John y Andrew Lloyd Webber son solo algunos de los cientos de músicos, escritores, diseñadores y periodistas famosos que firmaron una carta abierta en mayo, respaldando esta enmienda.
Resultados de la lucha política
A pesar de los esfuerzos de la comunidad creativa, los miembros del parlamento rechazaron finalmente la enmienda de transparencia el jueves. El Ministro de Tecnología, Peter Kyle, destacó durante la votación: "El éxito y la prosperidad económica del Reino Unido dependen de la IA y la industria creativa". Este comentario refleja el intento del gobierno de equilibrar estos dos sectores importantes.
Los defensores como Kidron creen que las exigencias de transparencia ayudarían a implementar mejor las leyes de propiedad intelectual. Si las empresas de IA fueran obligadas a revelar las fuentes de sus datos de entrenamiento, reduciría la posibilidad de "robar" obras, protegiendo así los derechos de los creadores.
La controversia continúa
Frente a la derrota, Kidron anunció en un artículo del diario The Guardian que "la batalla no ha terminado". El proyecto de ley sobre "Uso y Acceso a Datos" regresará al Consejo de los Lores en principios de junio, lo que indica que la lucha entre la regulación de la IA y la protección de los derechos de autor continuará escalando.
Este debate refleja el dilema central que enfrenta el desarrollo global de la IA: cómo encontrar un punto medio entre promover la innovación tecnológica y proteger los derechos de propiedad intelectual. Como importante centro de tecnología y potencia mundial en la industria creativa, las decisiones del Reino Unido influirán significativamente en las tendencias globales de regulación de la IA.