El Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) ha desarrollado recientemente una innovadora tecnología de inteligencia artificial para la restauración de obras de arte, lo que hace que el proceso de restauración sea más eficiente y preciso. Lo único especial de esta tecnología es que utiliza una máscara desmontable para lograr una restauración reversible de las pinturas al óleo, reduciendo significativamente el tiempo y los costos asociados con la restauración tradicional.

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La inspiración detrás de esta tecnología proviene del estudiante de posgrado en ingeniería mecánica, Alex Kachkine. Él disfruta restaurar cuadros utilizando métodos tradicionales de dibujo a mano, pero se dio cuenta de que muchas obras de arte en museos quedaban relegadas debido a los altos costos y largos tiempos de restauración. Por lo tanto, decidió buscar una solución más efectiva. Con este nuevo método, trabajos que antes tardaban semanas, meses e incluso años en completarse ahora pueden realizarse en apenas unas horas.

Durante el desarrollo, Kachkine utilizó como objeto de prueba un cuadro del siglo XV gravemente dañado. Primero eliminó el exceso de pigmento de restauraciones previas, luego escaneó la obra con alta resolución. Después, utilizó algoritmos de IA para analizar esta imagen y generar un modelo digital que intentaba reproducir lo más fielmente posible la apariencia original. Luego creó un "mapa de daños", marcando áreas donde el pigmento se había caído, había agrietado o había perdido color, proporcionando información sobre los colores necesarios para rellenarlos.

A través de una impresora de inyección de tinta de alta precisión, el mapa de daños se convirtió en una máscara doble impresa en una película transparente ultrafina de polímero. Una capa se encargaba de colorear de forma precisa, mientras que la otra era una base blanca para aumentar la saturación del color. Kachkine explicó que para restituir completamente el color, es necesario imprimir tanto tintas blancas como de color. Finalmente, la máscara se ajustó cuidadosamente sobre la tela y se fijó con una ligera capa de barniz.

Cabe destacar que tanto la máscara como el barniz pueden ser removidos de manera segura sin causar ningún daño a la obra original. Además, este mapa digital permanecerá como un registro permanente para futuras restauraciones. En esta prueba, Kachkine utilizó 57,314 colores y reparó 5,612 daños en solo tres horas y media. Si se hubiera utilizado el método tradicional manual, el tiempo requerido habría sido 66 veces mayor.

Kachkine espera que esta tecnología ayude a que más obras de arte olvidadas vuelvan a ver la luz y brillen nuevamente.

¡Fíjate en estos puntos importantes!:

🎨 El MIT ha desarrollado una nueva tecnología que utiliza IA para restaurar obras de arte, completándose en apenas tres horas y media.

⏳ Esta tecnología reduce el tiempo de restauración de meses a horas, mejorando enormemente la eficiencia.

🖼️ Se emplea una máscara desmontable y un mapa digital, asegurando un proceso seguro y reversible que protege la obra original.