En los resultados financieros del segundo trimestre publicados por el gigante de la industria de semiconductores Intel, el CEO de la empresa, Lip-Bu Tan, anunció una serie de cambios importantes que marcan que la compañía está realizando un esfuerzo total para realizar reformas estructurales con el fin de mejorar la eficiencia y reducir la redundancia. Estos cambios incluyen la cancelación de varios proyectos de fabricación y la demora en la construcción de una fábrica de chips en Ohio, EE.UU.

Intel indicó que los proyectos de fabricación previstos en Alemania y Polonia ahora están suspendidos. Específicamente, estos proyectos incluyen una instalación de ensamblaje y prueba en Polonia y una fábrica de chips en Alemania. Desde su anuncio en 2024, estos proyectos han estado en estado de estancamiento. Lip-Bu Tan reconoció en la conferencia telefónica de resultados financieros que las inversiones en capacidad durante los últimos años "fueron anticipadas a la demanda y no fueron inteligentes", lo que provocó la fragmentación de la ubicación de las fábricas de la empresa.

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Además de cancelar los proyectos internacionales, Intel planea integrar su negocio de pruebas en Costa Rica, concentrándose principalmente en sus centros de producción en Vietnam y Malasia. Estas decisiones buscan alinearse mejor con la demanda del mercado y asegurar una mayor rentabilidad de las inversiones.

Lo más destacado es que Intel también anunció que pospondrá aún más el inicio de su fábrica de chips en Ohio, que representa una inversión de hasta 28 mil millones de dólares. Esta fábrica originalmente estaba programada para estar operativa en 2025 y ya se retrasó por primera vez en febrero de este año. Esta serie de cambios muestra que Intel enfrenta desafíos cada vez más intensos en la competencia global de semiconductores.

Desde que asumió el cargo en marzo de este año, Lip-Bu Tan ha enfocado sus esfuerzos en reducir la ineficiencia y la redundancia dentro de la empresa, dedicándose a crear una estructura organizativa más ágil. Indicó que la empresa ha reducido alrededor del 15% de su personal mediante varias rondas de despidos, y espera reducir el número total de empleados a 75.000 para finales de año. Además, la proporción de la administración también se ha reducido en un 50%. Estas medidas de reforma ayudarán a Intel a tener una ventaja competitiva en el futuro.

Después de pasar por fluctuaciones del mercado y una integración interna, cómo Intel redefinirá su futuro merece ser observado atentamente por la industria.