La empresa de inteligencia artificial Embodied ha anunciado que su robot social Moxie, diseñado para niños con autismo, dejará de funcionar debido a problemas de financiación y a la retirada inesperada de inversiones. Moxie, un robot azul de 799 dólares con expresiones al estilo de las películas de Pixar, utilizaba un gran modelo lingüístico (LLM) en la nube para interactuar con los usuarios y ayudar a los niños a practicar sus habilidades sociales. Sin embargo, con el cierre de Embodied, Moxie ya no podrá ofrecer estos servicios.
Moxie era un producto relativamente nuevo que, a pesar de su alto precio, ha llegado a su fin en poco tiempo. Este suceso pone de manifiesto los riesgos de los dispositivos basados en la nube: la salud financiera de la empresa afecta directamente al funcionamiento del dispositivo. Incidentes similares han ocurrido con otras empresas, como Vector, y el cese repentino de Moxie ha tomado por sorpresa a muchos padres.
Fuente: Embodied, Inc.
En un correo electrónico a los usuarios, Embodied ha declarado claramente que Moxie dejará de funcionar en unos días y que no ofrecerá reembolsos ni servicios de reparación. Si los usuarios compraron el dispositivo a plazos, Embodied tampoco podrá gestionar estas transacciones. Además, la empresa no ha revelado si otra entidad asumirá la gestión del dispositivo, dejando a los usuarios de Moxie en una situación de indefensión.
La reacción de los padres ha sido muy emotiva. Muchos han tenido que explicar a sus hijos que su querido Moxie ya no funcionará; incluso circulan vídeos en TikTok que muestran a niños y padres llorando y mostrando confusión. Para algunas familias, Moxie no era solo una herramienta social, sino un amigo para sus hijos, y su pérdida ha supuesto un gran impacto emocional.
Sin embargo, el cese de Moxie también ha suscitado una reflexión más profunda. ¿Es realmente una solución a largo plazo depender de grandes modelos lingüísticos para ayudar a los niños, especialmente a aquellos con trastornos del neurodesarrollo, a interactuar socialmente? Muchos expertos opinan que la inteligencia artificial no puede sustituir el papel de los humanos en el ámbito emocional y social. Para los niños con necesidades especiales, la IA puede no proporcionar la empatía y la profundidad de interacción humana necesarias.
Este acontecimiento también nos recuerda que la "burbuja" de la inteligencia artificial sigue inflándose, y muchas empresas emergentes dependen de una gran financiación para mantenerse a flote. Pero cuando surgen problemas financieros, todo el ecosistema puede colapsar rápidamente. El cese de Moxie no es solo un fracaso de producto, sino también una llamada de atención sobre la sostenibilidad a largo plazo de la industria de la inteligencia artificial.
Con el avance de la tecnología de la IA, debemos ser más cautelosos a la hora de evaluar su aplicación en el desarrollo y la educación infantil, especialmente en los ámbitos emocional y social. El cierre de Moxie ofrece una valiosa oportunidad de reflexión para los profesionales del sector y los padres: ¿estamos realmente preparados para que la inteligencia artificial ocupe un lugar tan importante en la vida de nuestros hijos?