Hippocratic AI, una startup dedicada a crear soluciones de inteligencia artificial amigables para el paciente, ha completado con éxito una ronda de financiación Serie B de 141 millones de dólares, alcanzando una valoración de 1640 millones de dólares. Esta ronda estuvo liderada por la reconocida firma de capital riesgo Kleiner Perkins, lo que marca un rápido crecimiento de Hippocratic AI en el sector de la salud. En menos de dos años desde su fundación, la compañía ha atraído la atención de numerosos inversores, habiendo recibido previamente 53 millones de dólares de General Catalyst y Andreessen Horowitz, y 17 millones de dólares de Nvidia.
Nota de la imagen: Imagen generada por IA, servicio de licencias de imágenes Midjourney
A diferencia de muchas empresas de IA generativa en el ámbito sanitario que se centran en reducir la carga administrativa, Hippocratic AI tiene como objetivo aliviar la escasez de profesionales médicos. La compañía ha desarrollado agentes de IA capaces de gestionar tareas sencillas no diagnósticas, como procedimientos preoperatorios, monitorización remota de pacientes y preparación de citas. Con estas innovaciones, Hippocratic AI espera mejorar la eficiencia de los servicios médicos, permitiendo que el personal sanitario dedique más tiempo e interés a la interacción directa con los pacientes.
En 2024, Hippocratic AI ya ha firmado contratos con 23 sistemas sanitarios y compañías de seguros, lo que demuestra la gran demanda de su producto. Los fondos obtenidos en esta ronda de financiación se destinarán a la expansión del producto a nuevos mercados y a la expansión internacional. La visión de Hippocratic AI es mejorar la experiencia del paciente mediante la tecnología y ayudar a las instituciones sanitarias a operar de manera más eficiente.
A pesar de los numerosos desafíos que enfrenta el sector sanitario, el enfoque innovador de Hippocratic AI ofrece sin duda nuevas perspectivas para solucionar estos problemas. Con el continuo avance de la tecnología de inteligencia artificial, Hippocratic AI no solo facilita la vida de los pacientes, sino que también reduce la carga de trabajo del personal sanitario, por lo que merece la pena seguir de cerca su evolución futura.
