Recientemente, Eric Schmidt, ex CEO de Google, realizó unas declaraciones llamativas durante una audiencia del Comité de Energía y Comercio del Congreso. Señaló que en el futuro, la inteligencia artificial (IA) consumiría el 99% de la energía mundial, una afirmación que generó un amplio interés y debate entre los asistentes.
Schmidt afirmó que la demanda de energía del sector tecnológico está creciendo rápidamente, y se espera que aumente del 3% actual al 99%. Añadió que se necesitarán 29 gigavatios adicionales de suministro eléctrico en los próximos años, cifra que aumentará a 67 gigavatios para 2030. Destacó la necesidad urgente de asegurar el suministro de energía, tanto renovable como no renovable, para impulsar el rápido desarrollo de la inteligencia artificial.
Al hablar de la competencia internacional, Schmidt mencionó específicamente la posibilidad de que una IA superinteligente china altere el equilibrio de poder mundial. Considera que si China logra un avance pionero en este campo, tendría un impacto impredecible en la situación global. Este punto de vista llamó la atención del presidente del comité, Brett Guthrie, quien lo calificó como una "evaluación serena".
Sin embargo, las declaraciones de Schmidt han generado ciertas dudas. Algunos investigadores de inteligencia artificial opinan que la creación de una IA superinteligente todavía está lejos, y que el nivel tecnológico actual dista mucho de ese objetivo. Algunos interpretan las declaraciones de Schmidt como un intento de influir en los legisladores para que apoyen más al sector tecnológico y así obtener una ventaja en la inminente competencia por la IA.
Además, Schmidt mencionó en la audiencia la creciente necesidad de energía de las empresas tecnológicas debido al consumo energético de los centros de datos. En el rápido desarrollo del campo de la IA, empresas como xAI de Elon Musk se enfrentan a la presión de encontrar suministro energético, llegando incluso a utilizar métodos ilegales para eludir las regulaciones.
Schmidt ha sido criticado por ocultar sus inversiones directas en varias startups de IA mientras era presidente del Comité Nacional de Seguridad de Inteligencia Artificial, aunque técnicamente esta acción se considera legal. Esta situación ha generado preocupación sobre la relación entre los gigantes tecnológicos y el gobierno, y cómo las empresas pueden influir en las políticas para promover sus propios intereses.
Puntos clave:
🔋 Schmidt advirtió al Congreso que la IA podría consumir el 99% de la energía mundial en el futuro.
🌏 Señaló que si China desarrolla primero una IA superinteligente, cambiaría el equilibrio de poder mundial.
⚡ Las empresas tecnológicas enfrentan una enorme presión por la demanda de energía, llegando incluso a recurrir a métodos ilegales.