El auge de la IA generativa ha agravado los problemas de los editores, provocando una disminución continua del tráfico web. Los editores deben dejar de depender de los motores de búsqueda y las plataformas sociales, y atraer a una audiencia fiel generando contenido de valor.

El monopolio de las plataformas tecnológicas ha reducido aún más el tráfico de los editores, quienes deberían considerar el uso de sus propias herramientas de IA generativa y datos de primera mano para afrontar este desafío.