Hace poco, Microsoft compró un servicio aparentemente absurdo por 1.700 millones de dólares: enterrar excremento humano, excremento animal y aguas residuales u otros desechos orgánicos. Este comportamiento aparentemente "comprar mierda" en realidad es Microsoft lidiando con las emisiones de carbono generadas por la rápida expansión de su negocio de inteligencia artificial (IA). Detrás de esto se oculta un complejo modelo de negocio de alta tecnología, relacionado estrechamente con la reducción de emisiones de carbono y la protección del medio ambiente.

Microsoft

El creciente compromiso de Microsoft en el campo de la IA implica que servicios como Copilot, búsqueda de IA de Bing y ChatGPT de OpenAI dependen de una gran capacidad de cálculo. Para respaldar el entrenamiento de estos modelos de IA, los centros de datos de Microsoft consumen una cantidad asombrosa de energía. Por ejemplo, el entrenamiento de GPT-4 podría consumir entre cinco o seis millones de kilovatios-hora, lo que genera dióxido de carbono equivalente a las emisiones anuales de más de tres mil automóviles. Además, las emisiones de carbono generadas por los modelos de IA durante su operación pueden requerir grandes extensiones de bosques para compensarlas cada año.

Frente al aumento constante de las emisiones de carbono, Microsoft ya en 2020 anunció su objetivo de lograr una "emisión negativa de carbono". Sin embargo, la realidad es que desde que comenzó su negocio de IA, las emisiones de carbono de Microsoft no solo no disminuyeron, sino que aumentaron un 23,4%. Para lograr sus objetivos de reducción, Microsoft decidió compensar sus emisiones adquiriendo créditos de carbono.

Microsoft colabora con una empresa de biotecnología llamada Vaulted Deep, que se dedica a convertir diversos desechos orgánicos en "lodo biológico", y luego inyectarlo bajo tierra en capas rocosas a 1.500 metros de profundidad. El propósito es evitar que el dióxido de carbono y el metano liberados cuando los desechos se descompongan en la superficie. Según el contrato, Vaulted Deep ayudará a Microsoft a tratar 49 millones de toneladas equivalentes de carbono, con un costo estimado de 1.700 millones de dólares.

Esta acción de Microsoft no es simplemente una prueba ambiental, sino que también está relacionada con el mecanismo fiscal de EE.UU. Según la política 45Q, las empresas que capturan y almacenan dióxido de carbono pueden obtener un crédito fiscal de hasta 85 dólares por tonelada. Además, mejorar las calificaciones ESG puede beneficiar a las empresas en el mercado financiero, atrayendo más inversiones.

No obstante, este método de compensar las emisiones mediante la compra de créditos de carbono también ha sido cuestionado por algunas organizaciones ambientales. Consideran que la reducción efectiva de las emisiones debe abordarse desde la fuente, en lugar de "pagar" a través de proyectos externos. Actualmente, con el desarrollo de la tecnología de IA, las grandes empresas tecnológicas están participando en una "carrera de descarbonización", comprometiéndose a alcanzar objetivos de emisiones netas cero antes de 2030 o 2040. La acción de "comprar mierda" de Microsoft refleja realmente los desafíos de reducción de emisiones de carbono enfrentados por toda la industria de la IA.

Puntos clave:

🌍 El comportamiento de comprar mierda por 1.700 millones de dólares en realidad es una medida tomada por Microsoft para lidiar con las emisiones de carbono causadas por la IA.  

💡 Microsoft colabora con Vaulted Deep, enterrando desechos orgánicos para compensar 49 millones de toneladas equivalentes de carbono.  

📈 Comprar créditos de carbono está estrechamente relacionado con la política fiscal de EE.UU., y la acción de Microsoft podría traer beneficios fiscales y una buena reacción en el mercado financiero.